A pesar de que no hizo
todavía la "guiñada",
ya no cabe ni una sola
persona más en la plaza
Un negro, medio dormido,
en una petiza manca,
lleva a la garupa un "peludo"
de aquellos que no se empardan
El "Conde de Romanones"
abunda en malas palabras,
porque le viene gritando
un gurí: "Viejo la Parra"!
La rubia "María Cachorro"
-"dándole a la colarada"
se vino del cerro al centro
seguida de su perrada.
Y "María tres suspiros"
disfrazada de gitana,
levando un galán del brazo
va con rumbo a la "bailanta"
Tolentino se hizo el vivo
con una mujer casada,
pero el marido le puso
el pajilla de corbata
Al pardo "Macaco Baio"
por pegar un tajo a una máscara
lo llevó la policía
en un loco "jaia jaia".
Cantando cruza la línea
"O despontar da Alvorada"
un "cordao" carnavalesco
de morenos de Santana.
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Cada vez que se le ocurre
soplar el viento en la plaza,
el ambiente se satura
de intenso olor a "quitandas".
El guardia civil Procopio
se emborrachó en la parada
y le dice "desaforos"
a toda negra que pasa.
Pizpireta y coquetona
la sirvienta de casa
estrena un vestido nuevo
de muselina estampada.
Y a medida que transcurre
el tiempo el corsa se agranda
porque a pesar de la crisis
para fiestas siempre hay plata.
Pero a la noche traidora,
contraviniendo ordenanzas
policiales, se le ocurre
jugar carnaval con agua.
Y ¡Adiós corso y mascaritas
quitanderas y comparsas,
y adiós vestidito nuevo
de la sirvienta de casa!
Son las once y ya no queda
en la calle sólo un alma;
pero no obstante la noche
sigue jugando con agua. |