El joven llegó a Rivera
con el único propósito
de cargar sus maletines
en Santana y retornar
en el tren nocturno próximo
según dijo en el hotel,
tanto al patrón como al mozo,
que es lo mismo que anunciase
por la radio al pueblo todo.

Pero se dió la casual
-cosa del destino loco-
que en el día de su arribo.
Se cortó el agua pronto,
y se quedó la ciudad
"mas seca que lengua e loro

y como siempre que ocurren
estas cosas, el socorro
que queda al os riverenses
es acudir presurosos
a la Bica, procurando
el líquido que en tales casos
vale más que el oro.
El hotel de referencia
al igual que muchos otros,
se munió también del agua

que en un cristalino chorro
prodiga el cerro del Marco
desde un pasado remoto.

Y sucedió desde luego
lo que sucedía tenía,
pues nadie escapa al embrujo
del agua de nuestra Bica.

El muchacho de la historia
que cuento por ser verídica,
tomó del agua que mana
de esa vertiente bendita,
que nunca jamás cortóse
y trabó ese mismo día
relaciones amorosas
con una moza garrida
que encontró cuando él pasaba
para hacer compras, en la línea.

Y habrán de creer Ustedes
aunque parezca mentira,
que fue tan grande el camote
del jóven, que renunció
a la ida que tenía
de cargar sus maletines
para volverse enseguida
en el próximo nocturno,
como dije más arriba.

Ya que el hombre era soltero
y ataduras no tenía,
a instancias del corazón
resolvió en definitiva
quedarse aquí trabajando
porque trabajar sabía.

pues siempre se había ganado
honradamente la vida
de acuerdo a lo averiguado
por la propia policía.

Lo resuelto por el mozo
produjo gran alegría
a la moza que tambien
encamotádose había.

Al cabo de poco tiempo
al Juzgado concurría
una pareja de novios
de los testigos seguida.

Y justito al año y medio
del casamiento, una niña
de apenas un par de meses,
era llevada a la pila
bautismal, y por pedido
de los padres de la misma
el cura la cristianó
con agua de dicha Bica,
como igualito me hicieron
a la semana de vida,
según me contó mi madre,
que nunca dijo mentiras.
Se cumplió pues nuevamente
una vieja profecía
que asegura que el que toma
agua de la Bica, fica.