Caminitos de
tierra colorada
no los hay dondequiera;
caminitos de tierra
colorada
son propios de Rivera.
En las tibias mañanas
luminosas,
refulguen con su brusco cuesta
abajo,
hendiendo las cuchillas
arenosas
como un sangriento tajo.
Y parece que baja a sus
orillas
todo el oro del Sol,
convertido en las flores
amarillas
de la vulgar y humilde
"mariamol"
Como el tiempo, se cambian
sus matices:
de ocre viejo se impregnan, si
garúa,
y la tarde de junio can sus
grises,
su sepia melancólico
acentúa.
Y los llenan de baches y de
zanjas
al tráfico continuo de los
días,
en invierno, camiones de
naranjas,
y en verano, carretas de
sandías.

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"Caminitos - Carretas de
Sandía" maquet realizada por Santiago y Jorge de
2° dos del Liceo Dra. Celia Pomoli - Taller -
Profesora Adalen Fonseca |
En cada madrugada, es cosa
cierta,
que el lechero a caballo o en
el carro,
chiflando una
"modinha", los despierta,
acompasada al chapaleo del
carro.
En la modorra de la siesta
ardiente,
cuando una serie de carretas
pasa
lenta y pesada, se oye el
estridente
grito del eje que reclama
grasa;
Carreteros y bueyes, ya del
viaje
de varias leguas hartos y
mohinos,
ante sus ojos, miran el
paisaje
esfumarse de rojo. en los
caminos.
Esos caminos rojos de
Rivera,
alfombrados de polvo de
ladrillo,
y que la
"mariamol" en Primavera,
se complace en bordearlos de
amarillo.
¡Caminitos, caminos de
Rivera..!
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